ALGUNAS PREOCUPACIONES DE DIFÍCIL SOLUCIÓN.
 
Cormoranes, obras en cauces, caudales, furtivos…
 Caudales, otra vez, nuestra preocupación por los ríos y sus aguas en esta época aumenta. Época de frezas, de cormoranes y de poca lluvia, un dilema importante, pero difícil de resolver. Con ganas nos desharíamos de todo bicho extraño y fuera de su habitad que hace daño a nuestras poblaciones de salmónidos, pero hay Leyes que protegen a estas negras aves y lo impiden.
Por: Venancio Alvarez López
 
  Creo que ha llegado el momento de elegir entre un bien que proteger, aunque cuesta mucho dinero, para que los ríos vuelvan a su estado anterior, con poblaciones inmensas, con truchas de calidad, o dejar que se hunda el barco del todo. Sin enemigos como los cormoranes o los visones, porque la nutria siempre existió y era un placer verla jugando, revolcándose con otras compañeras.

 

También abriríamos más los embalses para que ese “caudal ecológico” fuera un poco superior y no se pudieran meter aparatos prohibidos; redes, nasas, rejones etc., pero queda poco del líquido elemento y hay que conservar esos niveles para las poblaciones humanas que viven gracias a ella, quizás con tanto desembalse se pudo derrochar también ese agua que ahora nos hace falta?
Los ríos naturales, lo que la naturaleza quiera, son problemas gordos y no queda otra solución que aumentar la vigilancia y echar a estos pájaros fuera de aquí.(hoy lo veo imposible).
VIGILANCIA EXTREMA 24 HORAS, PATRULLAS CONSTANTES.-
Pero eso son «Los dineros de la Pesca» que decía en un gran artículo D. Emilio Roy, y creo que todavía no había llegado la crisis. Ahora hay poco dinero y poca agua, nuestras reservas en ese aspecto son escasas y cuando se tenían se invirtieron en hacer ríos bonitos, en dragar y estropear nuestros cauces, tiramos de largo, obras que se están volviendo a caer, paseos que se derrumban, DINERO TIRADO, es la manía de alcaldes y demás mandatarios, hacer
obras no necesarias para salir en la foto, destruir hábitats de siempre.

 

Como dicen por ahí algunos «Pa matarlos». ¿Y el pescador está dispuesto a que se cuide nuestro tesoro, subiendo los precios de licencias y cotos? seguramente NO. ¿Entonces cómo pagamos esa vigilancia necesaria? ¿Exigimos o callamos? No sea que nos aprieten el vacío peculio de nuestra cartera. No nos quejemos y pedir que sea la Madre Naturaleza la que cuide esos ríos preciosos que tenemos y que no acaban de remontar. QUE LLUEVA, que llueva, que se limpien, que esas crecidas se lo pongan difícil a sus enemigos y se creen patrullas especializadas para controlar a los que vuelan y a los que no.

PENSEMOS CON LA CABEZA COMO TENEMOS QUE CUIDAR LOS RECURSOS, ¡NO MAS DESPILFARROS!