Dos    ríos    Silván.
 
 
León es una de las provincias que más ríos tiene de toda la península ibérica para la practica de la pesca, así que, a veces, cuesta decidirse por uno u otro río, y hasta se puede dar el caso de encontrarte dos ríos con el mismo nombre. Silván y Silván
Cuando Carlos Espejo Saavedra me propuso pescar el río Silván mi pensamiento voló hacía los arroyos de Valcabado y Bazanas que unen su frescor para conformar el río Silván afluente del Cabrera. Pero mi amigo tenía planeado pescar el otro Silván, el que nace en el Valle de Isoba y desemboca en el Porma. Aunque son dos ríos muy diferentes por  su orografía y vegetación de ribera, son muy parecidos en cuanto a su dificultad para la pesca.
Nos trasladamos hasta Puebla de Lillo para compartir una jornada que hace ya un tiempo teníamos pendiente.
El día se presentó caluroso y todo hacía indicar que tendríamos una bonita jornada de pesca. Cuando nos acercamos al río nos llevamos una gran decepción, justo en el mismo centro del pueblo un colchón, medio podrido, hierros y plásticos por todos lados, la pena fue enorme y aunque recogimos alguna miseria todo no pudimos.
 
 
Esto nos alejó de nuestra idealizada jornada y las truchas estuvieron muy reacias siendo pocas las capturas, así que después de pescar el antiguo tramo libre sin muerte decidimos cambiar al plan B, pasarnos al otro valle y pescar el Curueño, aquí las capturas mejoraron, pero poco y la jornada transcurrió sin sobresaltos. El Curueño, que es un río pedregoso, aquí presenta una vegetación autóctona que contribuye a formar un paisaje idílico, donde pescar se convierte en goce de la naturaleza. 

 

Siempre decimos que con buena compañía poco hace falta para que la jornada resulte agradable y satisfactoria.
Y así ha sido.  Con compañeros como Carlos la pesca se convierte en ese disfrute real, sin ansiedad ni pretensiones, sin mentiras y con la humildad del pescador que esta eternamente agradecido a esa naturaleza que tanto nos da.
Ha sido un placer.