El    Reencuentro II
 Eduardo, Joaquín, Agustín y Lachis, empeñados en que la historia se repita, acordamos de nuevo un reencuentro de aquel encuentro de hace tres años que el destino nos reparó y el río nos juntó.
 Son tres años ya que el Torío nos acoge en época estival para disfrutar de la compañía pescando. Este año nos acompañó Marcos, un amigo de Joaquín de Cee, A Coruña, y que ya está emplazado para el año que viene si a bien tiene el que desde las alturas todo lo dirige.
 Así que reunidos ante un café distribuimos tramos y nos pusimos a la faena. Vaya por delante y no como disculpa que el Torío presentaba ya una merma de caudal muy importante, algo culpa de la sequía y un mucho de los regadíos incontrolados.
 Esto iba a repercutir mucho en las capturas. Poco a poco fuimos recorriendo río y entre picadas, enganchones y rechazos fue pasando la mañana, siendo Eduardo Carmona el que más y mejor pescó, a pesar de no estar muy fino por el trasnoche correspondiente en la entrega de premios del campeonato nacional de pesca. También hay que comentar que Joaquín estaba lesionado a consecuencia de una caída en el río el día anterior. Menos mal que aquí no baja nadie de categoría, que si no ya me veía en tercera a pesar de jugar en casa. Pesca es pesca y nosotros estuvimos pescando.
 Luego a píe de río, en terraza a la sombra, se disfruto del almuerzo pescador con productos Gallegos, Asturianos y de León, una restauración a la altura de los comensales y regada por un caldo de Ribera del Duero que ayudó a degustar  esos quesos de la Peral y Gamonéu que son manjar de dioses. Café con hielo y un chupito fue el preámbulo para una partida de mús que el maestro Agustín y su compañero Lachis ganaron (4/1) sin bajarse del autobús, con el testimonio de Marcos. Jugar y perder, pagar y callar.
Gracias amigos, para el año más.