Gracias  río,  por  darme  tanto.
    Río de soles y sombras que conviertes el tedio en distracción, agradecido por tu generosidad este humilde pescador te pide disculpas por su intromisión.
 
  Al mirar atrás, después de una temporada recorriendo ríos y valles, me doy cuenta de que he sido un afortunado por estar pescando tantos momentos mágicos y placenteros.
Sin lugar a dudas, ha sido una buena temporada, y, para ser sinceros, una de las mejores de la última década.
Recuerdo días regulares, como no, jornadas de lluvia, frío y viento, pero con total seguridad que he revivido momentos  de otros tiempos.
Por eso hoy, como remate de un buen año de pesca, quiero dar las agracias al que siempre esta ahí, esperando cantarín que lo respete y disfrute, al río.
Fui prudente, te vadeé con tiento y los peces devolví  esmerándome en su manipulación.
Tu observancia me pacificó. Del sendero hice mi ruta y del sentimiento cuidados, respetando siempre el entorno, la flora y la fauna.
Nunca olvidaré tu vestido de agua perfumado de verde en un día cualquiera de pesca o el viento que te rizaba y viajaba susurrando entre el ramaje de la ribera.
Siempre recordaré aquella “negra” trucha cuando se perdió río a dentro después de una deportiva pelea por su libertad.
O aquel día de lluvia que el río era una fiesta y las truchas decidieron no darme tregua hasta calarme los huesos.
También aquella otro jornada, que ya lejos de cualquier sitio, me di cuenta que las cañas habían quedado olvidadas en casa y pesqué con la cámara de fotos mil paisajes, ciento y un mil instantes que permanecerán para el recuerdo.
Inmerso en tu sinfonía, me he visto en mil espejos de agua reflejado, pescando y sin pescar, pero siempre rodeado de verdad. Me he recreado mañanas y tardes enteras disfrutando del río, de la pesca y del paisaje ribereño con su especial colorido y movimiento. He sufrido tus sequias aniquiladoras por regadíos descontrolados, por tu contaminación y descuido. Sé de tus enemigos que son también los míos, gritaré por ti hasta quedarme sin voz. Compartimos entretenidas jornadas con amigos de aquí y de allá, pescamos peces, bebimos juntos y ganamos amistad.

 

  Por los senderos que anduve, por esas corrientes que vadeé, por los pájaros que trinaban, por el verde y por las rocas y los peces que pesqué, gracias, por todo eso y por todo lo demás gracias, muchas gracias río por darme tanto.