La Trucha y el Pez( cuento final) I I I
Éranse otra vez una trucha y un pez…
Éranse que se eran, aunque ya no latieran.
En el fondo yacían; apenas se veían
sus siluetas hermosas perdiéndose borrosas,
cubiertas ampliamente del moho repelente,
sangrando las heridas, las colas extendidas,
con el eterno sueño logrado en el empeño
de superveniencia ciega; de la más noble entrega
por poner enseguida las huevas de la vida
en sitio equivocado, ya muy contaminado.
I V
En estas circunstancias tan plenas de carencias
sería conveniente que la “gente decente”
de nuestros Organismos (que siempre son los mismos),
presentaran batalla a la incivil canalla
que todo lo destroza, presumiendo que goza
de inmunidad divina, según su propia estima,
quedando en prepotente de opinión no decente,
que todo lo desprecia con posición tan necia.
La megalomanía, esa actitud impía
arraigada profundo en nuestro amado mundo
(sobre todo en las gentes incultas y pudientes),
es la causa de muchas de las nuevas desdichas
que tanto contaminan. Con los ríos terminan
si no les ponen freno, pues llenan de veneno
un agua que es de todos, usando malos modos,
creyéndose en derecho que ¡a lo hecho, pecho!
Y luego el que atrás venga, no importa que no tenga
la muestra tan siquiera de aquello que antes era.
Septiembre 1.992.
Por Ordoño Llamas Gil
Fin de este artículo “La trucha y el pez”, que Lachís ha publicado en su Blog en tres Capítulos.
Con verso excelente nos relata D. Ordoño Llamas Gil, estrofa a estrofa, este “Cuento final” que se convirtió en triste realidad.
Como siempre elogiamos su capacidad para ver los peligros a que nos acechaban y a los que se han visto enfrentados, agua y peces, mucho antes de la actualidad.
Levantaba su voz crítica ya en Septiembre de 1992 y justamente así ha sucedido.
Es triste ver dando la razón al refrán “el que avisa no es traidor”, y a pesar de esa alarma todo se fue agigantando y no se pusieron trabas a estos males cuando todavía se podían atajar.
Parece que se ha emprendido un camino de no retorno, y no solo en la disminución de las poblaciones, sino en los cambios constantes de la normativa, perjudicando y haciendo pagano de todo esto a los pescadores.
Se legisla a espaldas al pescador, que es el verdadero interesado en la conservación de los cauces y de los peces y se le hace culpable de todos los males.
Los ríos no tienen truchas por la alta contaminación, por la introducción de especies invasoras, por la aparición masiva de cormoranes, por la falta de guardería, por la adecuación desastrosa de algunos cauces eliminando las defensas de las truchas…………
En fin qué pensará de todo esto D. Ordoño………. hemos perdido un aliado extraordinario, un defensor de este ecosistema, de este deporte y me alegro que este Blog de Territorio Pesca, se haga eco de aquellas palabras escritas hace ya muchos años, pero que iban dirigidas a la diana con gran acierto, se hayan olvidado……pero es bueno recordar y “dar al Cesar lo que es del Cesar”, dar el valor que se merecen sus publicaciones y que apreciamos por ser tan válidas como el día que las escribió.
Así es amigo Venancio, se cansó de repetirlo pero la administración siempre a lo suyo, permisiva con la contaminación y rígida con los pescadores. No hay mayor sordo que el que no quiere oír.
Bien sabemos todos los pescadores que sin río no hay nada.
Un abrazo.
Eso es Lachis de sordos esta el mundo lleno, que razón tienes.
Saludos
Sulos KIKOLEON.