Otra temporada más…
  D. Venancio Álvarez López
Ya se está acercando, quedan pocos días… ya son hasta pocas las horas que nos faltan para…
VOLVER A SOÑAR.
Esta afición, que tenemos metida en lo más hondo de nuestro ser, nos hace pensar en ese día, en ese instante de emprender nuestro viaje a cualquiera de los ríos que tenemos tan cerca, volveremos a caminar por sus veredas, y contemplar paisajes entrañables que hemos echado de menos en este período de separación.
Hemos atesorado un año más en la lista de nuestra existencia, acumulamos también más canas, más conocimientos, también más problemas en los ríos, pero y ¿más truchas?, lo veremos en unos días….pero pienso aquello “de quien siembra viento recoge tempestades”.
Volvemos a encontrarnos como si de viejos amigos se tratase y la alegría nos invade, conocemos esa música tan conocida de las corrientes de agua, esos sonidos de los pajarines mosquiteros esperando el momento de su alimento, nosotros estamos esperando esos signos que nos indican que se acerca el momento de la eclosión, y cautelosos sin hacer ruido procuramos sorprender a nuestra amiga, ahora es fácil pues todavía no desconfía, por eso si logramos la captura debemos liberarla, ya tendremos tiempo de pescar truchas resabiadas por mil lances, demostrar nuestras habilidades con esas difíciles que ya tienen tiempo en el río y están curtidas por mil batallas, muchos señuelos les hemos presentado en todas sus formas y ahora ya no comen cualquier cosa, se han vuelto selectivas, han aprendido la ley de la vida y es difícil sorprenderlas, esas son las que al pescador que logra su captura con tanta dificultad le ofrecen su salvaje lucha como precioso trofeo y piensa que también debe de vivir para conservar esa generación de truchas viejas que enseñarán a las demás los peligros que se avecinan llegando estas fechas.
Le gustará pescarla en más de una ocasión, y siempre que llegue a este lugar lo intentará, hoy sin embargo, a los que piensan de distinta forma, la Ley les ampara, pueden sacrificar cuatro truchas que ya no regresarán a sus aguas, ya
no criarán, ni tendrán descendencia, algunas no han llegado a ser ni adultas, ¿esperamos acaso que cada poco nos hagan siembras de truchas “pienso” para satisfacer “nuestro ego” ?.
 Cuidemos de nuestro patrimonio, para que sigamos gozando de estas citas con nuestros ríos, consideremos el daño que hacemos, y los muchos que intentan llevarse ese trofeo. En cierta ocasión dije unas palabras que suenan en mis oídos: “los ríos están en crisis y hay que aplicar medidas de crisis”
¿Por qué se retardan esas medidas y otras encaminadas a la subsistencia de las especies que nos hacen soñar y divertirnos?
¿Por qué no se toma buena nota de esas Comunidades autónomas que las han aplicado hace varios años?
¿Por qué se hacen Normas de pesca incompletas, poco claras y que dan lugar a equivocaciones y por lo tanto a ser sancionados? En qué manos estamos, nuestro tesoro se está dilapidando y no se ha hecho frente a este problema, este deporte deja dinero a nuestra Comunidad y a nuestra Provincia, sin embargo caminamos en sentido contrario.
No hace falta enumerar toda la problemática que tenemos en este aspecto, porque la Administración sabe cuál son esos problemas y nosotros los vemos en forma de pájaros negros, de mini-centrales, de escolleras, de contaminación, de saltos que evitan los remontes etc. Cuanto me gustaría volver a tener aquellos ríos que antaño conocí, volver a soñar con la recuperación de los que tenemos y en mis sueños, llegado este tiempo de apertura, a veces los vuelvo a ver.

 

 

Soñar es gratis… cierto que ese sueño cada día más lejano se me muere a mí también,  sea lo que sea todo tiene un precio, cada Dios un cielo, cada sueño un tiempo en que debes despertar… 

Redacción: V. Álvarez López
Dirección y fotografia: Lachis