Pesca y Compañerismo
El respeto por el río, la deportividad con el pez, el cumplimiento de las normas, la solidaridad y la humildad hacen de  Carlos un compañero ideal para la pesca.
 
La solidaridad, el altruismo y el desinterés son los que hacen del compañerismo un valor en todas las actividades de la vida, pero en la pesca adquiere una importancia fundamental. El verdadero compañero lo comparte todo y deja a un lado el individualismo.
Pescando en compañía con apoyo y cooperación desinteresada logramos verdaderos lazos de complicidad que muchas veces se consolida en una amistad duradera.
Afición, actitud y respeto.
Pescando con Carlos la jornada se hace corta, amena, es un sin parar de anécdotas. El día se torno frío y las aguas, aunque habían bajado su caudal, seguían heladoras. Poca trucha y pequeña, muchos enganchones y algún resbalón con mojadura incluida. Mucho ajetreo y disfrute. Vaciles y risas, armonía y compañerismo.
Compartir un tramo de río, una foto, el bocadillo y secundar las anécdotas es algo que  no tiene precio. La competencia no ha lugar
entre buenos compañeros de pesca y así se disfruta más de la pesca y de la naturaleza, del río podemos aprender muchas cosas y de los compañeros también.
Valorar la experiencia y las habilidades de nuestros colegas aumenta la relación y la camaradería. Sabiendo que la pesca es arte, ciencia y suerte debemos darle a nuestro compañeros el protagonismo que les corresponde, el es más importantes que ese gran pez que te espera entre aguas torrentosas.

 

Gracias compañero, hasta la próxima.