Solo cuando se delimita la línea genética de una zona se puede repoblar.
 Una vez refrendado el cumplimiento de los protocolos establecidos para la reproducción de truchas autóctonas en la piscifactoría de Vegas del Condado, es notorio que la cría de los alevines en cautiverio no es igual que los que lo hacen de forma natural en el río. Los primeros se crían afinados en cubas y con la alimentación asegurada, mientras que los otros tienen que “buscarse la vida” enfrentándose desde el principio a una selección natural que solo los más «espabilados» superaran.
 Es por esto que desde Territorio Pesca abogamos por la restauración de los ecosistemas fluviales y la protección de las zonas de freza de las truchas para que ese proceso sea natural.
 
Para León se siguen tres líneas genéticas.
 
Las Líneas genéticas de cultivo para la provincia de León son tres, dos en la cuenca del Duero y una en la cuenca del Miño; línea Esla creada con progenitores del Esla no regulado, línea Duerna creada con progenitores del río Duerna y la línea Sil creada con progenitores de del río Ancares. También existen reproductores para las líneas de las cuencas de la provincia de Burgos, Palencia y Soria.
Para mantener los stocks de reproductores del centro de Vegas del Condado, y que las distintas líneas mantengan los patrones genéticos, se recogen huevas procedentes del centro y son fertilizados con esperma obtenido “in situ”, a pie de río, cuyos machos son devueltos una vez obtenido el material reproductor. Así que esta actividad de campo fue llevada a cabo, en este caso, en el río Duerna con pericia y profesionalidad por los Agentes intervinientes.
Las aproximadamente 30.000 huevas procedentes de al menos 33 hembras del centro fueron cubiertas de la lechada obtenida del ordeño de los machos y posteriormente se añadió agua y se trasladaron a la piscifactoría con todas las garantías de fertilidad. Solo cuando se delimita la línea genética de una zona se puede repoblar. Las repoblaciones son para garantizar la viabilidad y el aprovechamiento sostenible de las poblaciones trucheras. A partir de los datos obtenidos en los estudios hidrobiológicos, los distintos planes de gestión de cada cuenca señalan las zonas donde es necesaria la intervención para el sostenimiento de las poblaciones de trucha, bien por perdida de la capacidad de reproducción, o por episodios extraordinarios como mortandades por vertidos, etc.
Las repoblaciones se realizan con alevín vesiculado o de pocos centímetros de longitud, jaramugos o trucha adulta, en función de las peculiaridades de cada caso.