Río Torío, nace puro y libre en las cumbres de Piedrafita, en la Montaña Central Leonesa. Peregrina rápido de norte a sur por el fondo de bellos valles con los que comparte nombre y vida, contenido por presas y mediante regueros llena sus riberas de verdor y fertilidad, los fresnos, chopos, alisos y paleras dan cobijo a una fauna autóctona de esta tierra. Aquí las truchas salvajes ofrecen al pescador más exigente aventura y diversión.
Vanessa Prado Vargas.
Parque Natural, vamos…anda.
21-11.2007
Río Torío a su paso por San Feliz , 12-09-2012
Pero el destino fue cruel y lo dejó en manos de unos gobernantes cernícalos e inmorales que otorgaron permisos para su destrucción…la industria eléctrica, su canalización, los vertidos, las basuras y los regadíos incontrolados han finiquitado un río que hasta hace poco era un vergel.
Es triste pensar que precisamente los que tenían que protegerlo lo estén destruyendo…CHD, JCyL, Ayuntamientos, regantes y demás chupópteros acuáticos.
El río Torío ya no soporta el impacto medioambiental de las mini-centrales y debieran desmantelarse una tras otra, aunque el mal ya es irreparable, al menos, que no vaya a más. Las han construido en lugares fascinantes, donde había cataratas y grandes corrientes, muy atractivos para la pesca y el turismo…ahora el lugar está muerto lleno de hierro y hormigón. Embalsan y sueltan mecánicamente excitados tan solo por los €€€.
Los cambios continuos de nivel son mortales para las especies que pueblan este agonizante río y también a veces para las personas que se ven sorprendidas por estas repentinas sueltas.
Utilizan la estrategia de que su producción es verde y renovable pero ocultan que miles de peces son turbinados, que hacen barreras infranqueables, que destruyen ecosistemas de alta montaña con aguas de excelente calidad química y biológica en donde viven especies únicas de vertebrados e invertebrados y muchos más infestos que no ha lugar a relatar.
Los ríos son las venas de la madre tierra, llenas de vida y es fantástico saber que por esas corrientes de agua estas conectado a todo un mundo. Nuestra obligación es de protegerlos para que nos sigan dando vida.
Alguien tiene que asegurar agua para todos, en su justa medida, y no matar un río para inundar una chopera. Lo que se precisa es una gestión adecuada del agua, controlar el despilfarro y regar con sistemas modernos dejando ya de una vez el riego a manta que ya nadie en el mundo utiliza. Los agricultores no ocultan que unos sistemas más modernos de riego podría economizar más de un cincuenta por ciento del agua. Lo que pasa, matizan, que la Administración tampoco se interesa por la reforma.
La codicia humana no tiene límites.
Cuando ya no tengas peces, ni los pájaros canten por tus riberas, viviremos un tiempo de los recuerdos y luego… juntos moriremos.
Vertidos y más vertidos consentidos. Años tras años.
Alguien tiene que poner fin a lo tolerancia que existe a favor de los que se lucran destruyendo un bien que es de todos
Los regantes arman sus presas a su antojo y manera, el río no importa.
Nadie controla los abusos…los suplemtos dejan el río seco.
¿Qué estamos haciendo? ¡¡ Como consentimos este enfrentamiento con la naturaleza que nos lleva a la autodestrucción !!.
Río abajo de Garrafe su presencia es testimonial…pedreros al descubierto y pozos cloaca.
Te he visto bajo y tranquilo, te he visto furioso y alto, te he visto de todas formas pero siempre te he visto sano, pero ahora río mío, presiento que la muerte te está acechando.
R. I . P
Tal cual. Es acojonante.
Se ponen los pelos de punta.
Es para llorar, sinvergüenzas todos.
A mí ésto me ha tocado la fibra de tal forma que no he podido aguantarme y les he mandado una carta. ¡Que pena, qué vergüenza, qué inmoralidad!
Las obras de la CHD y las presas de los regantes han llevado al Torío a esto. Es una pena para todos y una verguenza para la administración. Tristes saludos.
Que vergüenza…entre todos lo matamos o bien lo dejamos morir a manos de sus enemigos
Este caso como otros tantos, hay que darle toda la publicidad posible, para general conocimiento, tanto de administraciones " Que ya lo saben", como de personas que nos gusta el mantenimiento de los ecosistemas, lo mas natural posible, pero destruir un cauce por la ambición de unos y de otros, no tiene nombre; Ya está bien de abusos.
La administración es complice de estos abusos por ello no toma medidas contra ellos.
Hay que seguir en la lucha. Sin río no hay nada, nada. Saludos.
Es muy duro ver agonizar los ríos y que nadie alce la voz.
Nos estamos jugando el futuro.
Un saludo
Mario
Muy buen reportaje, que deja claro, los males que provocan a este precioso Río Torío y a muchos otros por las mismas causas.
No pasa día que se mueran las truchas por falta de caudales ecológicos, que se turbinen como ahora en el Najerilla, raro es que todas las temporadas veamos que la conservación a través de los pescadores S/M, se pierde con estas directrices de hacer energía a cuenta de los ríos de todos -no solo son de esos que ganan los €€€ y nos cobran esa energía a precio de oro.
Es cansado esta defensa y ver que nadie toma medidas, lo noto en mi mismo. Nadie hace caso es predicar en el desierto, siempre he procurado animar a defender nuestros ecosistemas, pero nada o poco podemos hacer contra la fuerza de Don dinero, seguiremos perdiendo esa batalla, aunque no la guerra que será larga, algún día llegará cuando se vea quien tenía razón……pero ese día ya no habrá truchas, ni aguas limpias, solo inmundicia en este gigante estercolero que han cooperado a construir.
¡Que pena!.
Así es amigo Venancio, luchamos como David contra Goliat…no es una lucha perdida, aunque lo parezca, es lo que debemos de hacer en agradecimiento a lo que tanto nos dan estos maltratados ríos.
Un abrazo.
Gracias por tu artículo sobre el río Torio del año 2012. Solo quiero corroborar aquí, que ahora en el 2018, simplemente está peor. Nada ha cambiado. Continúan todos los males que le aquejan y que ya denunciabas en tu artículo. Mi familia es natural de Pedrún de Torío. En este pueblo también se riega a manta con agua del Torío y se contribuye a la destrucción del propio río.