Camuflaje Cuasiperfecto.      
Son muchos los animales que se adaptan al entorno con un cambio de color. Como ejemplos más conocidos tenemos el camaleón y los cefalópodos. En el mundo acuático, donde la vida y la muerte es una selección natural, la supervivencia depende de pequeños detalles y el pasar desapercibido juega uno de los papeles más importantes. El agua actúa de filtro, de espejo y distorsiona las imágenes lo que hace más fácil el camuflaje de los peces. 
La trucha como depredador que es tiende a ocultarse y esta situación le sirve al mismo tiempo para defenderse de sus depredadores que son muchos.
Su camuflaje es muy efectivo y si no estas muy acostumbrado no las veras  con facilidad, solo a veces su sobra o sus movimientos las delatan.


Su librea y sus colores, son muy variables, dependiendo de muchos factores;  edad, alimentación, si es de arroyos o de grandes ríos, del fondo, vegetación, época del año, macho o hembra…etc.
Los pescadores estamos acostumbrados al mimetismo de las truchas y así es que notamos la diferencia de color dependiendo del lugar que la cojamos, mostrándonos esa especial habilidad para confundirse con el ambiente que les rodea.
En estas fotografías comprobamos como la trucha, que es de color claro, al soltarla se pega a una roca del fondo adquiriendo su tonalidad y cambiando a un color mucho más oscuro para camuflase. 

Comprobar estas circunstancias reconforta tanto como pescar un pez.