Era un día soleado de octubre y elegí pescar en el río Porma, entre Villanueva y Vegas del Condado, aunque suele haber pescadores por esa zona, para mi sorpresa, no me encontré con nadie. No hay movimiento, las truchas están sesteando en las sombras, seguramente, esperan que caiga un poco la tarde.
Tranquilo me hago al río y voy probando aquí y allá. Paso corto, vista larga y disfrutando. Avisto una trucha que se ceba en la corriente en el centro del río, me aproximo despacio, acechando el pez, lanzo mi mosca una, dos, tres y a la cuarta vez…zas, la trucha la coge y la emoción se apodera de mi. Nada hacía arriba,  a una orilla, a la otra y de repente se mete en un pozo rompiendo el bajo al rozar contra la pared de ladrillos.
Me quedé sorprendido, confuso, desorientado. Un pozo en el río, pero un pozo de agua en el centro del río cubierto de agua. 

 

Un pozo en el agua con el aspecto normal de cualquier pozo, con su forma redondeada de ladrillos cementados, ¿ que hace ahí en el medio del río ?. Mi sorpresa fue tan grande que mi mente pensó en cosas extraordinarias y hasta mitológicas. Un pozo donde te puedes caer, caer y caer hasta desaparecer y encontrarte ahí seguramente con seres de otros tiempos.
No es un inhóspito infierno acuático como las Fosas Marianas, pero siento que por ahí se me puede escapar el alma al hondo. Que secretos guardará en sus profundidades. Quieto, sin quitarle ojo, me voy tranquilizando. Me acerco despacio y poco a poco me voy haciendo a su presencia. Compruebo que el que lo hizo seguro que no estudio ingeniería y tampoco ciencias hídricas. Esto me serena. Ya puedo pensar. Ahora su presencia ya no me inquieta, es un pozo normal de esos que se construyen en las fincas para el riego y su fondo esta colmatado por cantos rodados y grava.
¿Pero que pinta ahí en medio y mitad del río?.
Toca pensar; El Porma es un río que, como todos los regulados, en época de riego hace de canal y se convierte en un río muy caudaloso que bien pudiera haber arrastrado restos de estructuras abandonadas.
También pudiera ser que con el tiempo, tanto el río como sus márgenes se hayan desplazado y un pozo que estaba próximo a la ribera se encontrara ahora en medio del río.

 

Los que apreciamos los ríos y vivimos cerca de ellos tenemos la obligación de conocerlos y la responsabilidad de transmitirlo. Es por ello que os invito a que si sabéis la verdadera historia de este misterioso pozo me la indiquéis en comentarios. Gracias.

 

Lo que sabemos es una gota de agua; lo que ignoramos es el océano” (Isaac Newton)