Pescar a la mano

Pescar a la mano.

 Despedida de la temporada en un río de León.

 

Pescar en compañía puede ser de lo más entretenido y satisfactorio. La solidaridad y el altruismo son los que hacen del compañerismo un valor en todas las actividades de la vida, pero en la pesca adquiere una importancia fundamental. El verdadero compañero lo comparte todo y deja a un lado el individualismo.

 

 

 

El respeto por el río y la humildad hacen de Chaqui de la Mata un compañero ideal para la pesca de la trucha.

 

 

Pescando en compañía con apoyo y cooperación desinteresada logras el disfrute total de la pesca. La complicidad llega al punto de que no importa quien enganche la trucha, el éxito es de los dos.

 

 

 

 

Mira, donde se cebó…lánzala tu, no tu… que yo estoy secando la mosca.

Prueba con esta mosca…

Ahí la tienes…bien…va una foto.

Afición, actitud y respeto.

 

 

 

Pescando con Chaqui la jornada se hace amena, es un sin parar de anécdotas, vaciles y risas, armonía y compañerismo.

Compartir un tramo de río, una foto, el bocadillo y secundar las anécdotas es algo que no tiene precio.

 

 

 

 

 

 

La competencia no ha lugar entre buenos compañeros de pesca y así se disfruta más del río y de la naturaleza, del río podemos aprender muchas cosas y de los compañeros también.

 

 

 

 

 

 

Valorar la experiencia y las habilidades de nuestro compañero aumenta la amistad. Sabiendo que la pesca es arte, ciencia y suerte debemos darle a nuestro compañero el protagonismo que le corresponde, el es más importantes que ese gran pez que te espera entre aguas torrentosas. Las truchas pescadas por ambos son el resultado de la colaboración. Ayudarse en todo, menos en cobrar las truchas, es el éxito de la jornada.

No se cuantas soltamos, pero si se lo mucho que nos divertimos y disfrutamos pescando.

 

Gracias compañero, hasta la próxima.