Río  Porma,  pescar  con  20, 20 m3/s
Pasadas ya dos semanas desde la apertura de la veda y como se presagiaba los embalses prácticamente se llenaron, teniendo que soltar ese calculado exceso de agua para tener un margen de seguridad ante un posible deshielo, de este modo los ríos regulados son grandes caudales de agua heladora que circulan  por nuestros más comunes lugares de pesca.
 
Así, con esta premisa, decidimos pescar el río Porma. Consultamos la página

dándonos, en el aforo de Secos, un caudal en tiempo real de 20,20 m3/s, que supone demasiada agua para la practica de la pesca en este río.
Nuestras ganas de estrenar este río y escuchar el rumor de esa cantidad de agua, podo con el sentido común que nos indicaba el posible fracaso, presumiendo que habría pocas tiradas, escasa eclosión y que sería muy complicado buscarlas con ninfas por entre las piedras del fondo, además de un vadeo imposible la fuerte corriente presentaba un peligro eminente y por si fuera poco el pronostico del tiempo también era desfavorable. Duro panorama se nos presenta. Este río recorre la provincia de León de norte a sur en su parte septentrional  y su regulación desde la presa hacía abajo puede resultar un baúl de sorpresas inesperadas y desafíos interesantes más allá de lo imaginado. Pero como en otros órdenes de la vida esto de la pesca es cosa de dos;
“que ellas quieran y que nosotros lo intentemos”.
No parecía el momento, ellas se negaban, no había actividad, pero nosotros nos empeñamos en darle la vuelta a la situación y no con poco esfuerzo fuimos buscando, una tras otra, esa tirada certera que nos diera esa primera trucha que nos reconfortara.  Cuando todo indicaba que pronto tendría lugar
ese momento, apareció la borrasca anunciada, bajó la temperatura y el granizo nos obligó a refugiarnos. La esperanza es lo último que se pierde y en cuanto la climatología nos lo permitió volvimos a la faena. Ellas, que seguramente barruntaban esta situación, decidieron que era el momento de alimentarse y pronto tuvimos la recompensa a nuestra entrega. No fueron muchas, no, pero si lo suficiente para redondear una complicada jornada de pesca.