D. Jesús Pérez Martín (Chuso)
En el río de la vida… las historias se suceden continuamente, pero cuando conocemos alguna y descubrimos la realidad de algunas personas nos damos cuenta de lo que valen y que su amistad es, sin dudarlo, un gran regalo.
Hubo un tiempo que algunos ríos próximos a las cuencas mineras, de vez en cuando, bajaban negros, negros como el carbón, porque era el carbón lo que estos ríos lavaban para comercializarlo. Ahí, nuestro protagonista, empieza su vida y su afición. Su querido  “Valle de Aller”. Su primera caña fue una vara de avellano y su territorio de pesca el río Negro y sus afluentes. El río Negro que nace a más de 2.000 m de altura en la confluencia de los arroyos Bustroso y Mortera, en Picos de la Vega la Liebre, va cogiendo agua de otros afluentes como Fresnedo, Mestas y el río Riondo que es el que pasa por el pueblo de nuestro protagonista.
Río de aguas cristalinas y frías como un demonio, que no te metías en él ni en el verano…nos cuenta.
Recién cumplidos los 11 años su padre le regaló su primera caña, una caña de bambú enchufable de tres tramos… entonces ya me consideré un profesional… jajaja…no puede evitar reírse cuando nos lo cuenta.
Eran tiempos duros, su padre minero y él de nueve hermanos el mayor, cinco chicos y cuatro mujeres, la pesca que había empezado como un juego pasó a ser una ayuda en la economía familiar…eran muchas bocas para comer y las truchas hacían un buen plato. La escuela la tenía al lado de casa y el río también, pero aunque los libros no se le daban mal y el maestro le regañaba por faltar a clase prefería pescar. Como pasa siempre los hermanos suelen imitar al mayor y así se hicieron casi todos pescadores, Serafín y Javier junto con su gran amigo Marcelino formaban un cuarteto de locos por la pesca y compartían muchas jornadas juntos por el río,… vaya cuatro…nos dice. La afición por la pesca fue creciendo más y más hasta convertirse en obsesión. Pero todo cambia cuando Chuso tenía 15 años y se fueron todos, menos su padre, a pasar una temporada a Salamanca a casa de sus abuelos y el se quedó cuando los demás regresaron a Asturias.
Por aquella zona del Tormes no había truchas por lo tanto las bogas, los barbos y las carpas se convirtieron en su principal objetivo y les dio tralla, mucha tralla y así pasaron cuatro años hasta que sus padres dejaron Asturias y esto significó el regreso a la pesca de la trucha, el territorio de pesca se le agrandó…Sanabria, Galicia, Salamanca y Portugal…un paseo por el río y ver un letrero que ponía “Coto de Pesca” fue lo más…km y km recorriendo ríos, disfrutando como un enano de las truchas, fueron años de locura. ¿Qué caña es esa?, le preguntaban por el río adelante, una vara Allerana…presumiendo de su caña de 8 metros contestaba con orgullo. 
Muchos dejaban de pescar para verle sacar truchas de los sitios más recónditos…mil historias nos podría contar, nunca dejó de ayudar a nadie, ni de compartir su saber con los demás pescadores, aun a sabiendas que con muchos es perder el tiempo, ese es el motivo de que ahora muchos aficionados a la pesca le tengan consideración y respeto.
Amigos por el río…mil, que te consideren…uf eso ya no lo sé, pero es problema de ellos…nos dice con gesto de que le da igual…esto es lo que hice siempre por los ríos…pescar y disfrutar, compartir y aprender, pero viviendo con intensidad cada momento. 
Pero cuando más y mejor estaba disfrutando de su familia, de sus amigos y de la pesca, el mundo se le vino encima sin saber porque, se empezó a sentir mal, se tropezaba con todo, se le dormía la parte derecha de su cuerpo y otras sensaciones extrañas que le obligaron a ir al médico.
 Hospital y médicos, pruebas y más pruebas para diagnostícame esta enfermedad de mierda EM…nos relata con el ceño fruncido.
Esto fue muy duro. Esclerosis Múltiple. En su recuerdo reciente está su amigo Lucas al que esta enfermedad le venció rápidamente, falleciendo el verano pasado. Esto es terrible, pensó…todas las alegrías, el futuro, la familia,  los amigos, la pesca, la caza, el trabajo…todo se hacía humo en su mente y desaparecía ahogándole en sus propias lágrimas. Siempre fue valiente pero ahora ya no era él… se sentía como otra persona. No sabía qué hacer, que pensar, el temor no le dejaba razonar,  se vio entre tinieblas oscuras y totalmente extraviado, perdido y entró en una espiral de angustias que le llevaron a una severa depresión. El sabe que todo esto no ayuda en nada con la enfermedad y con el apoyo de su familia en un momento de coraje decide ir a la asociación ASDEM. Para su sorpresa, ahí, es recibido con los brazos abiertos y comprendió que todo se puede superar peleando día a día, minuto a minuto, aprendió a ir un paso por delante de la enfermedad y no consentir jamás el desanimo ni que nada pueda más que el. Aunque empezó una vida llena de privaciones ahora está en contacto con personas con discapacidades y con sus mismos problemas, descubrió un mundo nuevo y desconocido para la gran mayoría, un mundo donde se lucha con el alma para lograr vivir así lo mejor posible. Los dos primeros años fueron una sucesión de brotes que le derrotaban, hasta dar con una medicación que frenó los tembleques descontrolados y la carrera de su enfermedad.
Pero como puedes imaginar este tío, con sus limitaciones y todo, no dejaba de ir a pescar y a cazar…nos dice triunfante.
Tres años llevaba, nuestro amigo Chuso, estabilizado cuando surgió un nuevo brote y hubo que, de nuevo, adecuar la medicación, por suerte la medicina avanza y este nuevo tratamiento no es tan agresivo como el anterior siendo mejor tolerado por su esforzado cuerpo. Luego vino un poco de todo, altos y bajos, días mejores y no tan buenos, pero el hecho de mantener sus aficiones le ayudaban a seguir con su día a día. El ordenador e Internet le ayudaron a rellenar ese tiempo que ahora le sobra.
Y mira tú por dónde un día descubrí PESCALEÓN, un lugar donde todos teníamos cabida y donde me han hecho comprender que la pesca es algo más que llenar la cesta…dice con gesto de agradecimiento y sigue…ahí hice mis primeros pinitos con eso del montaje de moscas, esto lo agradeceré siempre a Pescaleón, gracias a todos los miembros de esta gran familia por llegar a comprender a este enamorado de los ríos y la pesca, y por todo lo bien que se han portado con mi persona…sus ojos claros brillan de emoción. 
 A Chuso que le gustaba arreglárselas solo y tener todo bajo control se ha tomado esta nueva forma de vida como una segunda oportunidad, sonríe, gasta bromas y sobre todo lucha por seguir adelante.

 

Es un camino largo y dificultoso que empezó a recorrer a trompicones, luego con muletas y ahora en una silla de ruedas, pero el reloj no se para, el sabe que hay cuerda para rato y no está dispuesto a abandonarse a su destino y aunque no  está el primero en la parrilla de salida, y tiene que arrancar cada mañana de la nada, la meta la cruza triunfal y mañana será otro día.

Lo negativo de mi situación actual: Que todos mis amigos de siempre se han olvidado de mi persona, a esos que pescan truchas gracias a mi desinteresada ayuda, que siempre han contado con migo para lo que fuera, bueno será que ahora poco les puedo ayudar,  pero bueno la vida será así y así me la tomo, aunque lógicamente esto jo…joroba. ¿Sabes quienes me echan de menos?, los aficionados que pescan los ríos a los que ya no acudo y que preguntan por mí…acaba con una sonrisa. 

Siempre le gustó ir a pescar a esos sitios donde los caminos se acaban y tienes que caminar un buen rato por donde puedes, esos lugares secretos donde engañaba una y otra vez a esas truchas salvajes, pero ahora esos lugares se tornan imposibles como las muchas barreras arquitectónicas con las que tiene que luchar a diario, el sabe que esas siempre estarán ahí, pero las que más le importan son las barreras que encuentra en muchas almas y corazones que son las que emocionalmente le golpean, porque con las físicas bien puede.
Chuso se muestra feliz y nos deja un mensaje claro; “no quiero ser ejemplo de nada, solo quiero pescar y vivir, aunque muchos amigos me han abandonado otros nuevos aparecieron para acompañarme en este viaje”.
«Pescar es vivir». Saludos.- Chuso.
La esclerosis múltiple (EM) es una enfermedad degenerativa y crónica del sistema nervioso, se desconocen sus causas pero hay medicación eficaz y la investigación avanza… ojala pronto llegue más ayuda para Chuso y todos los que padecen esta dolencia.
Chuso…¡¡tú puedes!!…, gracias por todo amigo, un abrazo.
La corriente del río sigue su camino a pesar de todo.