Venancio Alvarez López.- (Ciempiés)

 

Coto de Garaño, 29 de septiembre de 2017.

No es más que una fecha más, pero sin embargo es un hito importante: Es el día que de pescador activo y un largo camino llegué a mi jubilación forzada por circunstancias propias de un desgaste generalizado, motivado por una larga vida de trabajo y mis aficiones intimas con la naturaleza. ¡Siempre serás pescador!, me dicen mis amigos. Y creo sinceramente que así será, siempre miraré el río al cruzar el puente, siempre estaré atento a escuchar el mensaje que llevan sus aguas.

Ahora Recuerdo a D. Jesús Pariente Díez, pues yo también puedo decir <50 años de Historia a la orilla del Río>. Veía tan lejana esa meta, pero “Todo pasa y todo queda”.

De la misma forma y de manera anticipada dejé atrás aquella montaña que tanto me gustaba, y la que también tuve que renunciar por las mismas razones.

Montaña y Río, mis dos quereres que dejaron recuerdos grabados en mi alma para siempre.
Y deseo tener una evocación también para ella, con las palabras de Battistino Bonali, alpinista italiano fallecido en el Huascarán (Perú):

«Gracias montaña por haberme dado lecciones de vida. Porque fatigado he aprendido a gustar el reposo. Porque sudando he aprendido a apreciar un sorbo de agua fresca. Porque cansado me he detenido y he podido admirar la belleza de una flor, la libertad del vuelo de los pájaros y respirar el perfume de la sencillez. Porque solo, sumergido en tu silencio, me he visto en el espejo y, espantado, he admitido mi necesidad de verdad y amor. Porque sufriendo he saboreado la maravilla de la cumbre, percibiendo que las cosas verdaderas, aquellas que llevan a la felicidad, se obtienen sólo con fatiga, y quién no sabe sufrir nunca podrá entender».

Gracias a todos, los que me habéis seguido, he aprendido mucho con vosotros, sobre todo a controlar mi carácter, no sé si del todo lo he conseguido, pero por lo menos un poco más aplacado. Me veréis con menos frecuencia, pero si estaré, leyendo para estar al día, para saber de vosotros, para seguir aprendiendo. Hoy después de varios años por los foros, por las redes sociales, soy más rico, en conocimientos, muchas de vuestras palabras las tengo recogidas para no olvidarlas nunca, pues ya comienzo a ver como a veces mi memoria me deja solo y se marcha de paseo, pero vuelve cuando me pongo delante de un teclado, de una cuartilla y un lápiz, sabe que las musas vuelven y algo que contar me traen, y así, esporádicamente, apareceré para no perder el contacto y vuestra amistad. Quizás mañana o esta noche. O, también quizá, dando un paseo me doy cuenta que tengo algo que decir y os lo cuento, así nunca nos olvidaremos. No puedo programar mis actos, nunca conozco cuando voy a escribir, son impulsos; a veces solo son opiniones propias, otras puede que equivocadas, y las más solo he intentado comunicar mi cariño a esos Ríos y Naturaleza que ahora ya dejo atrás.

-Un    abrazo    amigos.- V. Álvarez.